UN TRABAJO EXITOSO
Los desempeños de la gestión de Alberto y Sergio tuvieron como resultado final el encontronazo fatal contra una lluvia de votos opositores que en un grado aplastante sepultaron las ilusiones desmedidas e infundadas de un par de extraviados en sus egos.
La mañana del domingo electoral, Sergio se despertó y a la par que desarrollaba sus primeros pininos se embriagaba por una sensación presidencial que lo invadía en su intimidad.
A la noche tuvo que mutar a la decepción escandalosa de una realidad impensada que lo instala en el llano con la consumación de una derrota electoral catastrófica.
Tanta envergadura tuvo el evento que asumió y reconoció públicamente la pérdida antes que se emitiera algún dato oficial.
Los trucos, trapisondas, el discurso alegre, fácil y la increíble caracterización del cambio fantástico y fantasioso montados en un escenario florido, elocuente, pero a su vez cínico, contradictorio, desfachatado y enancado en la mentira como una forma de exponer los hechos y las circunstancias más recónditas, quedaron expuestos y vistos a los ojos del observador mas distraído.
La cofradía gobernante se suma en un trauma de incomprensión y desconsuelo ante la pérdida de conchabos y beneficios de la militancia al calor del poder.
Alberto ha sido persistente en el error y en el equívoco. Con notable esmero y suma paciencia se jactaba y presumía que era innecesario disponer de un plan económico.
En su gobierno anduvo como pudo, carente de brújula y rumbo, criticado y ninguneado por Cristina en grados insultantes, al extremo del desprecio y con alegaciones de incapacidad manifiesta.
Finalmente cuando las cosas se pusieron al borde del abismo, fue desplazado por la entronización de Sergio como Ministro de Economía.
El épico arribo del novel abogado, devenido en economista y luego finalmente en candidato presidencial fue el golpe final a las ilusiones de Cristina.
La campaña tuvo ribetes extraordinarios con una combinación estrafalaria de realismo mágico y neorrealismo italiano.
El relato de alguien diferente al gobierno del que forma parte fue una construcción publicitaria fallida.
El principal responsable del desgobierno estructural se presentaba impecable con discurso lúcido, envolvente, sorteando sus notables contradicciones con pasmosa serenidad e increíbles explicaciones que encantaban a los mas descreídos.
Cundía desazón en los sectores opositores por la venta supuestamente exitosa de una imagen plagada de hipocresía y engaño.
El reparto de dádivas, mejoras económicas oportunistas y el uso clientelar del aparato estatal claudicaron ante la bronca, el hartazgo y el rechazo masivo de un sistema perverso que tutela ventajas para los amigos del poder.
Alberto y Sergio trabajaron la derrota catastrófica con tenacidad, dedicación, noble esmero y logran el resultado final de dejar a la interperie, al raso y sin cobijo a su Jefa.
Probablemente la proeza de trabajar la derrota no constituya una combinación de actos intencionales, sino simplemente una brutal demostración de incompetencia en grado extremo.
Ambos son los verdaderos responsables del nacimiento, crecimiento y triunfo de Milei que tuvo el gran mérito de expresar y encarar la aventura más explícita, frontal y sincera de rechazo total al modelo imperante, alejando la construcción del miedo ya que para muchos argentinos nada puede ser peor al presente de destrucción y angustia generalizada.
No hubiera sido posible sin la claridad de Macri para advertir en soledad y en forma inmediata el camino para la victoria.
Tan cruel y efectiva ha sido la estocada final que se produce la desaparición física del ministro-candidato de la escena y solamente su mujer se debate en las redes con las penurias de AYSA, enfrentando las escaramuzas que la llevarán a transitar los pasillos de los tribunales.
Alberto y Sergio son los mentores y creadores de un extraordinario clima de repudio, rechazo al gobierno y sus adláteres.
La manipulación desde el poder tuvo un castigo monumental .
Vuelve la alternancia que evita la aventura despótica y autoritaria y se consolida la democracia republicana.
La alternancia es una regla fundamental en la construcción del estado de derecho.
Alberto y Sergio culminan sus cometidos legando incertidumbre y oscuridad al futuro de su mentora.
Entregan a sus filas un legado de desasosiego y desamparo.