/PENOSO Y TRISTE FINAL

PENOSO Y TRISTE FINAL

            Luego de vacilaciones y contemplaciones, el enojo y el rencor pudieron más que las promesas y las palabras vanas.

            En el marco de la investigación de un caso de corrupción que afecta la figura del ex presidente Alberto Fernández, su ex pareja, víctima azarosa de teléfonos indiscretos propios y ajenos, luego de algunas dudas, alzó la voz denunciante por abusos presentes y pasados de su compañero que fueran objeto de sistemático silencio cómplice en el entorno.

            El universo progresista asiste atónito y los distintos colectivos barruntan internismo e incredulidad.

            Coronan el absurdo con desparpajo al requerir a la víctima explicaciones.

            Milei alborozado festeja su cancelación de políticas de género y denuncia la mayor hipocresía ante la propia inconducta.

            El profesor ha tropezado en una gesta muy lamentable y recibe con sutileza el golpe final de la Facultad de Derecho de la UBA que le limita el acceso a las aulas, con la cancelación del curso a su cargo.

            Tiempos difíciles, azarosos, explicaciones, pasillos, abogados, fiscales y jueces en una geografía hostil, laberíntica, plagada de disputas, traiciones, reproches en un desfile de sinsabores y disgustos.

            Desbrozar las pruebas, análisis, ponderaciones y juzgamiento. El proceso penal es un destino sorpresivo y sorprendente pero inevitable debido al tenor de las graves circunstancias en juego.

            La privacidad es despojada ante el abuso, el daño y la inspección promete escudriñar en las intimidades para abordar y calificar las conductas denunciadas.

            Alberto asiste a un final triste y penoso pero que resulta producto de su propia conducta, cuestionada desde las entrañas de su intimidad otrora mas preciada.

            La pintura del escenario en ciernes desnuda opacidad y precariedad.

            Cruda realidad que espeja y explica historias de angustias y dolores.

            Es una cuestión penal y se trata de que los jueces investiguen si hay delito y un responsable.

            Lo demás es todo especulación.