MANDEMOS AL MÁS AMIGABLE

La orden fue analizada y las ofertas disponibles expuestas para la elección final.

Los análisis dieron como resultado que la suerte se posara en el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Resignada a las razones, pero desconfiada en torno a las garantías, la Jefa autorizó la empresa ante el país del norte.

El Diputado Nacional Sergio Massa, la máxima autoridad de la Cámara Baja, emprende una gira por los EEUU.

Acorde a los últimos acontecimientos de nuestra política internacional, la condición del país anfitrión de principal accionista del FMI, es preciso, exponer el pensamiento de la coalición y ordenar las relaciones con los EEUU.

La cara menos expuesta a las desventuras protagonizadas con el país del norte, la del perfil más amigable en términos políticos y económicos es el operador multipropósito, integrante del poder permanente en la Argentina.

Incluso, muy exitoso vehículo todo terreno, puede despejar la ansiada visita del alicaído profesor, inefable exponente de una caricaturesca figura presidencial.

Sergio Massa es la carta de reserva, en firme competencia con Axel Kicillof, por la distinción en la sucesión privilegiada a cargo del dedo elector.

Debe ajustar el maquillaje, defender las aspiraciones de la continuidad de la libertad de mercado y entregar promesas de comportamientos responsables y racionales, más allá de los chispazos ocurrentes para consumo del frente interno.

La situación de Venezuela merece especial atención; las complicaciones de Chile y Perú; la alianza de Cardozo y Lula, deben ser abonadas por algunas certezas de Argentina.

El fracaso de Alberto, el eventual traspie de medio término, colocan a Massa en una situación expectante.

El resto es su habilidad para vender cualquier evento.

Muy especialmente, con foco en lo que pretendan escuchar los anfitriones.

La expresión amical y el verbo atento, dulce y armonioso, propio y diligente para el oído desconfiado.

Desde la vieja militancia en la UCD, la Intendencia Municipal, la Jefatura de Gabinete, la lucha contra Cristina, la alianza con Macri, la histórica visita a Davos y la vuelta a los brazos de Cristina, constituye un fiel exponente de capacidad y reflejos para acomodarse siempre en el poder.

Más alla de los circunstanciales ocupantes de los espacios formales, él siempre permanece en los pliegues y desde su pregonada “Amplia Avenida del Medio”, acomoda las fichas en el juego que le resulte más conveniente, según pinte la ocasión.

Cristina nunca estará segura y con suficiente protección, salvo que le garantice el tránsito libre y acomodado para la progresión en sus ambiciones personales.

Con un país fracturado, la coalición carece de ortodoxias y purezas. Debe sumar, sin preguntas y limitaciones.

Axel, privado de todo átomo de liberalismo, acorde a sus dichos expresos, no es el portador adecuado para las escuchas en juego en la presente encomienda.

En estos días de ajuste de la agenda, el Canciller tendra ardua tarea para mejorar la exposición sobre Venezuela e Israel.

Tiene pendientes aclaraciones, pero sin insistencia, por cuanto seguramente oscurece.

Guzmán jugará sus cartas más preciadas en un escenario muy grato a sus antecedentes y asistirá al visitante con los mejores datos.

Especial atención pondrán en su rol y exposición ante la comunidad judía.

Empresarios y actores económicos dialogarán expectantes a sus expresiones y conclusiones por el clima de los negocios y el futuro de las inversiones extranjeras.

La necesidad imperiosa de diferir las cuestiones de la deuda externa para después de las elecciones, el virtual Default con el Club de París, distinguen en la tarea al actor más versatil del universo político argentino.

La Jefa estará muy atenta al contenido de las exposiciones, pausas, mensajes, gestos corporales e incluso a las formas, con aguda atención incluso a lo no dicho.

Las historias de traiciones abundan las páginas del peronismo.

Ha sido utilizada como método de acción política.

En la poética de la traición, la obediencia, el respeto, la subordinación, estancan la creación.

Es necesario traicionar, transgredir, para abrir nuevos derroteros, como en la literatura perversa e incluso de estilo criminal de mentes geniales.

Tendrán que estar muy atentos y cuidadosos a los pequeños detalles y en especial a lo que el embajador diga sin querer.

Eduardo Duhalde, recientemente, sacó a pasear el enojo, en tono furioso, apegado a sus pesares con el matrimonio presidencial.

No se resigna a su destino sufriente, víctima de una elección fallida, retribuido originariamente con promesas y finalmente con traición.

Una vez más, a partir de un acto de traición se construyó el éxito político y el encumbramiento de una empresa familiar, con la construcción de la sucesión matrimonial.

El viaje en curso ofrece una inmejorable posibilidad de proponer la venta de un político con pocos escrúpulos y ambiciones notables.

No en vano, el interés mueve la acción.