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CURIOSIDADES DE UN RELATO

CURIOSIDADES DE UN RELATO 

                                         “Héctor es judío, pero primero es argentino

                                          Cristina Kirchner, haciendo referencia a Héctor Timerman, Canciller.

Cristina Kirchner acaba de hacer uso de la palabra, con motivo de una audiencia, en la causa que se investiga la situación originada con el “Memorándum de Entendimiento con Irán”.

El Tribunal interviniente la autorizó a efectuar un Alegato no previsto en las reglas procesales, pero habilitado a raíz de las nulidades planteadas en la causa.

La oportunidad fue utilizada por Cristina para descargar una furibunda monserga contra las pestes del gobierno de Macri, los denominados “Fondos Buitres”, el F.M.I., y la Justicia que la persigue en forma ilegítima.

En un discurso engañoso, que conmueve a sus fieles, con oratoria templada y emoción abundante, acometió sin tapujos contra todo aquello que no abrace el ideario incondicional y el credo militante.

Al galope de la encendida defensa de la política de reestructuración de la deuda externa establecida en los años 2005 y 2010, cuestionó al puñado  de autoexcluidos de los acuerdos de renegociación, que al amparo de una codicia desmedida, desarrolló una propaganda internacional para intentar la embestida judicial por sus acreencias.

Dichos enemigos históricos lucharon para la llegada al gobierno de Mauricio, y obtener, con ello,  los pagos de las viejas acreencias y reiniciar, luego, una vez más,  el ciclo de endeudamiento y “timba” financiera que agobia la economía y acrecienta la dependencia del capital internacional.

La exposición de sustancia política y escasa relevancia jurídica, reitera la tradición defensiva, en tono agresivo y contundente.

Se presenta bajo la condición de víctima del abuso y de la persecución, por ser portadora de las virtudes que persiguen la felicidad del pueblo.

En ese marco, abundó en las edades de los funcionarios investigados, al momento de realizarse el atentado, del cual según sus dichos, se reprochan las conductas de encubrimiento, para concluir que varios se encontraban en la franja etaria de plena adolescencia.

En este punto parece confundir que no hay ningún reproche en torno a un supuesto encubrimiento de la materialización del atentado, sino que la imputación se refiere exclusivamente al entorpecimiento de “la investigación del atentado”, precisamente durante el gobierno que presidía, oportunidad en que todos eran mayores de edad y ocupaban distintos cargos ejecutivos.

La retórica encendida se estrella contra una realidad incontrastable, ya que la confusión de los tiempos no enerva el curso del calendario.

En ningún momento se alza con defensas útiles y precisas contra el álgido tema sustancial, a tal extremo que tampoco explora el argumento de la decisión de Estado y como tal la cuestión política no justiciable.

En la convicción absoluta que la historia la absolvió con el resultado electoral exitoso, dirige sus castigos y se ensaña con el capitalismo liberal oprobioso.

En febrero de 2015, en una entrevista con TN, Alberto, profesor de Teoría de la Pena en la UBA, puntualizó que: “El acto de encubrimiento es la firma del Acuerdo” y que el Gobierno. “Hizo todo lo necesario para consumar el delito”.

Puntualizó que el encubrimiento en sí mismo es el Tratado y que la pretensión perseguida consistió en levantar las alertas rojas a los acusados, con lo cual no hay nada que probar.

Como candidato de Cristina, varió sustancialmente el criterio y destacó que sus críticas se sostuvieron en el plano político y que el conflicto es una cuestión no judicializable, precisamente por la naturaleza de la decisión, absolutamente de gobierno y ajena a la inspección judicial. 

Luego, en su condición de Presidente, sostiene que se buscaba destrabar el problema y permitir la declaración de los sospechosos.

Sorpresas y cambios de criterios, según las conveniencias y necesidades políticas.

El Memorando de Entendimiento no entró en vigencia.

Sancionado por el Congreso Argentino, nunca fue aprobado por el Parlamento en Irán.

Además, fue fulminado por la Justicia al declararlo inconstitucional, decisión que se encuentra firme.

Las alertas rojas (máximo grado de prioridad) que justificara el Fiscal Nisman en los foros internacionales, aplicadas a los funcionarios sindicados de Teherán, nunca fueron levantadas.

Para mayores elementos, precisiones e impertinencias, se deben acudir a las escuchas autorizadas judicialmente de los diálogos entre Luis D´Elía, líder piquetero, Fernando Esteche (Quebracho) e Iraníes interesados, quienes con notable jactancia, egocentrismo y sin ningún empacho, confraternizaban en torno a la supuesta autoría de las líneas del Entendimiento, en conciliábulos de espías y orgullo revolucionario.

La denuncia original del sospechado acuerdo entre el gobierno argentino e Irán fue realizada por el periodista Pepe Eliaschev en el diario Perfil, en una nota del 26/03/2011.

Fue el primero en revelar la trama secreta del acuerdo que se firmaría dos años más tarde, en un artículo titulado: “Argentina negocia con Irán  dejar de lado la investigación de los atentados”.

Abundaba en detalles de las reuniones del Canciller Timerman en Medio Oriente.

Fue objeto de todo tipo de ataques por la actitud premonitoria, muy especialmente del inefable Canciller.

Explicaba, con pormenores,  los intereses económicos que el gobierno puso en juego, a la par que una política de acercamiento con Teherán, fruto fundamentalmente de la prédica e insistencia de Hugo Chávez, figura consular y predilecta de Cristina.

Notables similitudes entre un gobierno teocrático, en el cual el líder se expresa y todos obedecen y el verticalismo de extremo, en el cual la Jefa decide y el conjunto acata, dócil e imperturbable.

Una escala más en los jalones de desaciertos que impiden una investigación razonable de los atentados consumados en el país.

“Hezbollah”, significa partido de Dios, es considerada una “organización guerrillera” por EEUU, Israel y la Unión Europea y se mantiene como partido político en el Parlamento del Líbano.

La intervención en los atentados terroristas de la Amia y la Embajada de Israel confluyen en el seno de la organización y su vinculación con asistencia, logística y entrenamiento de Irán.

En el aniversario del ataque a la Amia, sus autoridades reclaman que se extremen los esfuerzos para que las capturas de los funcionarios iraníes sospechados se mantengan vigentes y que la comunidad internacional colabore en el reclamo de Justicia.

El gobierno, al igual que con Hamas, mantiene un sospechoso silencio.

En fecha reciente, el Estado de Israel fue atacado masivamente por Hamas mediante una lluvia de misiles y el Canciller se limitó a condenar el uso excesivo de la fuerza, en la respuesta al ataque, por parte de Israel.

Mantuvo silencio absoluto, respecto a la condición de organización guerrillera de Hamas, tema objeto de pronunciamiento expreso por parte de los países que condenan al terrorismo internacional.

Hizo gala de la tenencia de una vara que mide la proporción adecuada del ejercicio del derecho de defensa legítimo, ante el ataque de un enemigo exterior y la adecuada proporción que se debe mantener.

El epígrafe de Cristina, al inicio de la nota,  respecto a la condición del histriónico Canciller y su nacionalidad, nos adentra en un concepto histórico peligroso, ya que considera que primero es Argentino y después judío.

Es posible que entienda  que los judíos son otro tipo de ciudadanos, razonamiento que la interpela con situaciones penosas y gravosas de antaño, muy caras y sufrientes para la memoria colectiva.

Los ciudadanos argentinos, judíos, son tan argentinos como cualquiera.

En sus palabras, hay una identificación del judío como algo extraño y de segunda calificación. ( “Héctor es Judío, pero primero es Argentino”, 27/7/2015, Ricardo López Gottig, Instituto Vaclay Havel, CADAL; cadal.org).

La política argentina es silente respecto a las organizaciones guerrilleras internacionales, complaciente con sus expresiones y condenatoria de las formas en que Israel se defiende y combate a sus enemigos externos.

Cristina aporta confusiones, con sus gracias de discurso fácil y aplauso rápido e irreflexivo.

Incurre en “Lapsus Calami”, con pasmosa facilidad y extrema ligereza.

El Memorando de Entendimiento con Irán es una ingenuidad cómplice o una actitud diabólica en el juego de la falta de condena al terrorismo internacional.