LA NUEVA GESTION DE LA PANDEMIA. URGENCIAS Y NECESIDADES ELECTORALES
El Presidente, una vez más como acostumbra, modifica sustancialmente sus criterios. En efecto, ahora oscila de la cuarentena mas extrema que se conociera en el mundo, a las aperturas y flexibilizaciones de las restricciones más abruptas e inmediatas.
Desconociendo el orden progresivo y la gradualidad, prescindiendo de escalas, pasos intermedios o sucesivos.
En palabras de la leyenda urbana que le atribuye a Groucho Marx: “Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros”.
En el mismo sentido, pero con otra forma: “Estos son mis principios, pero si no les gustan, yo los cambio”.
Asi se estructura el código de conducta presidencial.
Las urgencias y necesidades imperiosas, de índole electoral, imponen otros rumbos, por cierto muy ajenos a las opiniones del Comité de Expertos.
Existe otro ejemplo cabal del aserto. Ante las críticas y ofensas graves y severas, en otros tiempos no muy lejanos, con las que Alberto distinguía a Cristina, esta última siempre supo que las expresiones provenían de alguien sin ideas propias y que, así como agredía, sería el más fiel de los mortales y un defensor a ultranza, nuevamente.
Únicamente se necesitaba para esa nueva empresa que se modificaran las oportunidades y las circunstancias.
El cambio drástico del escenario le dio completa razón a Cristina y hoy Alberto es incondicional de su mentora.
Las nuevas medidas sanitarias no son fruto de la convicción y la opinión de los expertos. Urgen, en extremo las necesidades y las urgencias electorales.
Provienen del cambio de circunstancias en la política y no tanto de las razones sanitarias, que aconsejarían secuencias y orden gradual.
Las lanzan a caballo del humor electoral y desconocen la capacidad de reflexión del ciudadano común y corriente.
La Ministra de Salud se encuentra intervenida por la Jefatura de Gabinete, que porta un titular con larga trayectoria sanitarista, desde sus orígenes en La Matanza y hasta sus antecedentes en el área en la gestión de la gripe A1.
La Ministra se convierte en una alumna obediente del nuevo guía de la política oficial.
El Jefe de Gabinete es titular territorial, exitoso gobernador, mentor del Albertismo frustrado y es rescatado por Cristina, superadas las disputas internas, como garantía y blindaje para el éxito, adhesión y cohesión de los gobernadores del norte y su consecuente provisión de Senadores fieles, aportados por el peronismo histórico y feudal.
La narrativa golpeada también acude a los barones de Municipios bonaerenses, quienes se incorporan al gabinete de Kicillof , para recomponer la elección local.
Es una apuesta desesperada de Máximo, para evitar la debacle en su condición de titular del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, dominios amenazados por el resultado electoral.
Es el peronismo histórico que acude al rescate de Cristina, entronizando a la par a Aníbal Fernández para promover una voz incondicional en la batalla mediática.
Clamoroso silencio papal, ante el fracaso, pero enojo y descontento en voces fieles que manifiestan urgencias en discursos apremiantes.
Fiesta de pesos, jubilaciones y asistencia social apresurada en un equipo económico inalterable, pero sometido a la urgencia electoral.
Las consignas y métodos de los Rodriguez Saa al acecho, con crudeza, para revertir la voluntad popular.
El presuroso rescate de los argentinos varados en el exterior, en una represión también única en su género en el orden mundial, prueba extraordinaria del destrato y la desconsideración por el connacional y la apertura internacional para coronar alivios en la clase media, castigada, hostigada y perseguida sistemáticamente.
La medida triunfal y divertida es la proclamación de Aníbal en el ámbito de la seguridad.
Pierde sus cartas agresivas Berni, casi automáticamente, ya que no se vislumbra que progrese en el atrevimiento esgrimido ante la antecesora.
Hay garantías de una voz estridente en el uso de la palabra, para la defensa incondicional del gobierno.
La tribuna de C5N pierde al ilustre panelista, pero gana su presencia en el escenario nacional.
Todos expectantes ante los futuros abusos y excesos de un funcionario impredecible.
Es de esperar que no reedite sus viejas disputas y debates con Julián Domínguez, gastadas en la pelea de la interna que los confrontó para aspirar a la gobernación, que tantas heridas y mortificaciones internas ocasionaron.
Para los memoriosos Aníbal en su cruzada, obtuvo más votos que los logrados por Toloza Paz y Gollán recientemente. En consecuencia, legítimamente, esgrime más méritos electorales concretos que los padecientes.
El peronismo histórico acude a la defensa de Cristina.
Alberto, desfalleciente, víctima fácil de la crueldad de su Jefa, arropa a “Cafierito” y espera la arremetida final de noviembre que lo encontrará definitivamente a la intemperie, abrumado y listo para la estocada final inevitable.
Aníbal es un fabuloso convocante de la memoria de los argentinos y las horas mas oscuras.
Los interpela y les recuerda un pasado reciente y muy gravoso.
Las nominaciones ministeriales constituyen una combinación explosiva de ingredientes tóxicos para los sectores medios e independientes y pueden arrojar, seguramente, resultados aún más catastróficos que los obtenidos recientemente.
Las conversaciones con la gente de trabajo diario, regular sistemático, que no resulta beneficiaria de los plantes o asistencia estatal, dan cuenta de una sentencia unánime con una certeza de rechazo absoluto a los personajes entronizados.
La nueva aventura de la gestión política y pandémica parece diagramada por el enemigo.
Es extremadamente riesgosa, apresurada, irresponsable e incierta.
En términos de análisis objetivo, racional y atento a los nominados en juego, la propuesta puede ser de resultados aún mucho peores.
Para los argentinos es, simplemente, una cuestión de apelar a la memoria.
La oposición, tiene un compromiso de hierro, con la premisa de destacar que Macri es parte del pasado y no integra la renovación para el futuro.