EN LAS MANOS DE DIOS
El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, en un acto en la casa de gobierno, mientras anunciaba el otorgamiento de las jubilaciones anticipadas, gracia, favor para quienes se encuentren adelantados en el cumplimiento de los recaudos legales para obtener el beneficio, pero puedan ser objeto de captura con fines electorales, en forma inmediata y artera, sin escrúpulos, ni vergüenza alguna, formalizó la invocación a Dios en el curso del uso de la palabra.
Las organizaciones feministas, muy críticas de la designación, ponderan, con particular atención la secuencia de los actos del singular personaje entronizado por Cristina.
Ha tenido contratiempos severos de distinta naturaleza y sus dirigentes no entienden las razones del encumbramiento al escenario nacional.
Configura una versión devaluada de Menem y su gesta anti porteña.
Mientras encierran a Alberto y le asignan un segundo plano, los estrategas electorales rescatan las labores locales en cada terruño y el valor de un tono moderado y coloquial.
Las miradas se posan en el original guía espiritual, que concita la atención de la nueva aventura oficial.
Al encabezar el anuncio de la “Jubilación anticipada”, en el Museo del Bicentenario, afirmó: “Ojalá que Dios nos ayude, que nos dé una manito, porque realmente esta vuelta nos hace falta”
Dios es llamado al estrado principal de la contienda electoral.
Curiosidades del juego fantástico pergeñado por Cristina.
Las nuevas huestes no ahorran en osadas aventuras esprirituales.
Las invocaciones celestiales ganan la nueva liturgia peronista.
Moñito, catequésis, comunión diaria y oración son las nuevas premisas y paradas de la ingeniería electoral.
Gasto y emisión monetaria escalan a la par en una expansión desenfrenada.
La fragilidad y la confusión los lleva a explorar un nuevo camino: la oración.
Es una desopilante expresión que apela a la ayuda divina.
Ya no es una cuestión de épica revolucionario, ni de relato militante, sino de una procesión que invoca por la gracia divina.
No alcanza con el favoritismo papal.
Se encomiendan al Señor, con la gracia y la palabra de Manzur y Aníbal.
Cuando creíamos que habíamos visto todas las formas de la iconografía peronista, se nos aparece el llamado a Dios, por parte del nuevo salvador y nos demuestra que siempre hay una fiesta más para despuntar el ingenio y la fantasía.
Valen todas las formas y modos, pudiendo concretar la convocatoria a través de la oración, la suplica o simplemente mediante el pedido de asistencia o ayuda.
Es una cuestión que se resume en orar, reflexionar y aplicar para obtener la salvación.
Sería bueno preguntarse por la identidad de los autores del libreto de esta nueva vuelta electoral.
Manzur y Aníbal y la ocurrencia de Dios, sin perjuicio de despuntar sonrisas, para quién suman verdaderamente en los conteos.
En que manos ha caído el destino y la suerte electoral del oficialismo.
La oposición no puede más que frotarse las manos ante tanto infortunio.